Abstracciones geométricas …(Ver el texto completo)

Conceptos del suprematismo en foco

“…El fragmento es un maestro de la escuela de las artes ficticias. Al estar descontextualizado permite todas las contextualizaciones posibles. A través del fragmento, el fotógrafo reintroduce de manera instintiva tales obras en nuestro universo privilegiado, como las obras del museo de antaño resultaban introducidas por su parte de italianismo…”
“El Museo Imaginario”. Malraux A.

Esta serie de Abstracciones Geométricas pretende ser un pequeño homenaje a los artistas y creativos que, desde mi punto de vista, conscientes de la imposibilidad de representar lo irrepresentable, hallaron su mejor respuesta a través del arte por el arte mismo en la representación abstracta y proyectaron estéticamente una inercia conceptual a lo largo del Siglo XX. Por otro lado, refleja un placer cognitivo que aprendí, desarrollé y conservo desde que empecé a fotografiar: poder observar el todo y las partes. Es una cuestión de ejercitar perceptualmente nuestro pensamiento lateral a partir de una sintaxis visual adquirible, como cualquier lenguaje, para reconocer “formas/palabras” en un “entorno/contexto”. Es un pasatiempo fotográfico muy entretenido.
El mundo percibido en contraste con el mundo material han sido el principal “entorno/contexto” donde se manifestó, hace más de doscientos años, aquello que se comprendió como “ironía del romanticismo”. Paradójicamente los artistas románticos buscaban en el mundo percibido los elementos necesarios para referirse a lo irrepresentable y lo sublime. La paradoja de la imaginación romántica era liberadoramente irónica, porque en la medida que acercaba al hombre para comprender sus “entornos/contextos”, también lo alejaba, cada vez más. Aquellos que buscaban proyectar “artefactos románticos” estaban atrapados en esa paradoja que significaban sus emociones reales y sus posibilidades técnicas, artificiales. El camino hacia conceptos intangibles y construcciones abstractas comenzó a vislumbrarse en ese período. William Turner y Caspar D. Friedrich permiten encontrar buenos ejemplos entres sus cuadros.
Friedrich Schlegel hacía referencia al “fragmento” como esencia de la expresión irónica del artista romántico, porque es un concepto que encierra y pone en evidencia el gran espacio que existe entre el objetivo artístico y las posibilidades de lograrlo. Un fragmento, paradójicamente, es completo e incompleto a la vez. El relato poético, en todo sentido, se convirtió en ideal de expresión fragmentaria, aplicable a la representación visual, a la música y desde ya a la literatura, en función de cotejar la visión de un mundo cambiante e incierto. Las heliografías de Niepce son un artefacto romántico, al igual que toda la fotografía.
Aproximadamente cien años más tarde, hacia 1913 y 1916, el artista ruso Kazimir Malévich funda un movimiento artístico conocido como “suprematismo”, enfocado en formas geométricas, básicas, cuya lógica principal era evitar cualquier referencia explícita de la naturaleza. Junto a otros desarrollos teóricos, como los de Wassilly Kandinsky presentados en 1911, el “suprematismo” promovió la abstracción geométrica y el arte abstracto en general, rechazando radicalmente las convenciones pictóricas de su época, en busca de nuevos caminos entre la representación y la percepción de una nueva sensibilidad poco sofisticada, o bien purificada. Fue un modo drástico de abandonar la representación realista del mundo y la tridimensionalidad sugerida en la tela. Formas básicas como el cuadrado, el círculo, el triángulo o la cruz, con pigmentaciones plenas en negro, rojo, amarillo y azul buscaban remitir a emociones absolutas con cierta sensación dinámica, según el tratamiento y ubicación de las figuras en el plano.
Paralelamente comienza a tomar forma otro movimiento artístico similar, denominado “constructivismo” e impulsado por otros rusos: Naum Gabo y Aleksander Ródchenko; dónde los criterios estéticos fueron transferidos y aplicados a los terrenos emergentes de las industrias culturales con el objetivo de expresar la conciencia general de aquella época. Tanto las teorías abstractas de Kandinsky, como el suprematismo de Malévich, el constructivismo de Ródchenko y el neoplasticismo de Piet Mondrian, ejercerían una fuerte influencia en el desarrollo del arte, la arquitectura y el diseño, plasmados en la Escuela Bauhaus y en el Grupo “De Stijl”, cuya misión era, según sus definiciones teóricas, “…buscar las leyes universales que gobiernan la realidad visible, pero que se encuentran escondidas por las apariencias externas de las cosas…” Un objetivo muy similar al que tenían los románticos un siglo antes, convencidos de poder hallar a través del arte, un nuevo orden en el intangible estado de las cosas.
Me gustaría mencionar a modo de “coda” los productos de Gerrit Rietveld. Son un buen ejemplo de cómo esas ideas abstractas de vanguardia comenzaron a definir una forma de proyectar los objetos y la realidad de los sujetos inmersos en los “entornos/contextos” del Modernismo. La Silla roja y azul, la silla Zigzag o la Lámpara Colgante, aplicaron conceptos morfológicos del neoplasticismo a objetos utilitarios y funcionales. De igual forma, podemos observar lo mismo en la silla “Wassily” de Marcel Breuer, la cuna mecedora de Peter Keler, el juego de ajedrez de Josef Hartwig, la tetera metálica de Marianne Brandt o las mesas de Josef Albers, entre muchos otros objetos y diseñadores surgidos de la Bauhaus.

Para ver la serie de fotografías, sigue este vínculo: “Abstracciones Geométricas