Desde la línea de calle. El punto de vista en la fotografía de arquitectura.

“… Lo público y lo privado hacen referencia a una fotografía que intenta (o evita) enunciar la interioridad del spectrum, sin revelar (o profanando) su intimidad…”
Roland Barthes – “La cámara lúcida”

Las formas que proyectamos hablan sobre cómo pensamos y en qué contexto son pensadas. Son formas que acontecen con determinado criterio. Ese criterio, a su vez, se reproduce en los individuos que toman contacto con dichas proyecciones. Las formas, generalmente, ocurren en función de límites y contextos productivos, económicos y tecnológicos, reflejados como requisitos y condicionantes en las operaciones morfológicas del futuro “artefacto”. Estos condicionamientos transferidos a las viviendas/artefactos, hablan y reflejan las formas cómo concebimos determinado acontecer social. Un acontecer que, a lo largo de nuestra construcción como individuos, vincula y determina una “secuencia perceptual” íntima y privada, opuesta a un acontecer externo y público.
La idea que me propuse en esta serie fotográfica fue observar cierto recorrido narrativo reflejado en la relación recursos/creatividad, a través de la morfología impresa en los edificios. Sin embargo, los protagonistas de la serie no son sus proyectistas. La serie pretende trabajar redundantemente sobre las posibilidades que determinados recursos adquiridos (visuales, plásticos, intelectuales, económicos o tecnológicos) son transferidos a la materia y luego a su percepción. Relacionando diferentes viviendas/artefactos, busqué construir un relato “anónimo” de paisaje y ciudad, un relato al margen de la pertenencia; una ficción donde solo la secuencia y la serie generarán un sentido diferente en ese otro “paisaje mental” del espectador.
François Soulagés en su libro “Estética de la fotografía”, dice: “…Una última manera de producir y recibir una foto de arquitectura, consiste en deslindar el arché de una arquitectura, o sea, el principio y lo arcaico, lo que depende de lo estructural y de lo antiguo a la vez. Entonces, una triple arché surge frente a esas fotos: la de la morada, la del fotógrafo y la del que mira… El inconsciente es como una morada de arquitectura extraña: permanece. Paredes, ventanas, interiores, se balancean entre el preconsciente y el inconsciente, y de este modo se imponen con arché … una búsqueda en el interior de la arquitectura pasado/presente de lo que llamamos nuestro yo…” La interface/se/ze construida en viviendas/artefactos manifiesta un arché tácito e inmanente, de la misma forma que una fotografía captura lo irrepetible e infotografiable. Considero muy probable que los proyectos acontecidos arquitectónicamente para una vivienda/artefacto tienen su origen de interface/se/ze entre el sistema límbico y el entorno material inmediato del sujeto, habitante.
Esta serie de fotografías sobre arquitectura fueron realizadas con la cámara de un teléfono celular Motorola E7, un Samsung J4 y un Samsung A10, e intervenidas luego con programas para Windows y aplicaciones de Android. El punto de partida fue simplemente un placer intelectual precedido por mi admiración al trabajo de fotógrafos como Aleksandr Ródchenko, Demas Rusli, Dirk Bakker, Yener Torun, Florian W. Mueller, Gustav Willeit, Kevin Krautgartner, Lewis Baltz, Minh T. y Salvador Cueva; incrementado por el beneficio implícito del recurso visual permanente, porque si lo necesitaba podía volver y repetir la toma cuántas veces quisiera, incluso en diferentes horas del día, generando una foto totalmente distinta, cada vez y a la vez.

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